
LIMPIEZA
Cómo limpiar tus cristales
SELENITA:
Para limpiar los cristales con selenita, colóquelos sobre, dentro o al lado de un cuenco, placa o varita de selenita. Déjelos allí durante al menos seis horas, o durante la noche, para permitir que la selenita absorba y neutralice cualquier energía negativa. Las propiedades purificadoras naturales de la selenita la convierten en un método de limpieza suave y eficaz. Los cuencos, platos y varitas de selenita también se pueden utilizar para el almacenamiento a largo plazo de los cristales, ya que se benefician de las propiedades curativas de la selenita.
SABIO:
Para limpiar los cristales con salvia, enciende un manojo de salvia hasta que arda y produzca humo. Sostén el cristal en el humo y deja que quede envuelto durante unos 30 segundos. Visualiza cómo el humo absorbe y disipa las energías negativas. Repite el proceso según sea necesario y luego apaga la salvia de forma segura.
PALO SANTO:
Para limpiar los cristales con Palo Santo, comienza encendiendo la varita de Palo Santo hasta que produzca una llama suave. Deja que la llama se apague de forma natural, dejando una brasa brillante. Sosteniendo el cristal en una mano, pásalo por el humo generado por el Palo Santo, asegurándote de que el humo envuelva el cristal por completo. Gira el cristal para limpiar todos los lados. Mientras haces esto, pídele al humo sagrado que limpie los cristales de su energía. Del mismo modo, pídele a los cristales que liberen la energía que están reteniendo. Visualiza que cualquier energía negativa o estancada se libera y se reemplaza con energía pura y positiva. Una vez que hayas purificado cada cristal, colócalos en un área bien ventilada para permitir que el humo remanente se disipe.
INCIENSO Y MIRRA:
Para limpiar los cristales con incienso y mirra, comience por encender un disco de carbón en un recipiente ignífugo. Una vez que el disco esté caliente, espolvoree una pequeña cantidad de resina de incienso y mirra sobre él. A medida que sube el humo fragante, pase los cristales a través de él, visualizando que se eliminan todas las energías negativas.
INCIENSO:
Para limpiar los cristales con incienso, comience por seleccionar la varilla o resina de incienso que prefiera. Enciéndala con un fósforo o un encendedor, dejando que el humo se eleve. Sostenga el cristal sobre el humo que sube, dejando que se bañe en el aroma purificador. Visualice cómo las energías negativas se disipan a medida que el humo envuelve el cristal.
SAL MARINA:
Para limpiar espiritualmente los cristales con sal marina seca, primero asegúrate de que sean compatibles con la limpieza con sal. Colócalos sobre un lecho de sal marina seca en un recipiente o cuenco, cubriéndolos por completo. Si es posible, coloca el recipiente o cuenco en el exterior para disipar la energía negativa. Déjalos durante varias horas o durante la noche para que absorban la energía purificadora de la sal. Este método es perfecto para los cristales que no son aptos para agua salada o suelo húmedo.
LUNA LLENA:
Para limpiar espiritualmente tus cristales con la luna llena, comienza por seleccionar un lugar adecuado donde puedan estar expuestos a la energía de la luna durante toda la noche. Coloca tus cristales sobre una superficie natural, como tierra o césped, para asegurar el contacto directo con las energías de la Tierra. Antes del atardecer, establece tus intenciones para el proceso de limpieza, visualizando la luz de la luna purificando y revitalizando tus cristales. A medida que la luna sale, deja tus cristales afuera, permitiendo que absorban las vibraciones lunares. Por la mañana, recupera tus cristales limpios, expresando gratitud por la energía limpiadora de la luna. Este método aprovecha la potente energía de la luna llena para limpiar cualquier negatividad acumulada en tus cristales, restaurándolos a su estado óptimo para el trabajo espiritual.
MANOS:
Para limpiar espiritualmente los cristales con las manos, comience por centrarse en un estado de calma y concentración. Sostenga el cristal en su mano dominante y visualice una luz blanca que lo rodea y purifica cualquier energía negativa. Visualice sus intenciones respecto de la energía del cristal mientras lo frota suavemente entre las palmas de las manos, infundiéndole vibraciones positivas.